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Kéfir

El kéfir (también llamado kephir, kewra, talai, mudu kekiya, matsoun, matsoni, waterkefir, milkkefir, búlgaros) es un producto lácteo fermentado originado en la región del Cáucaso. También reciben este nombre los gránulos utilizados para su producción.
El kéfir tiene un aspecto similar a la coliflor pero es más blando, es una combinación de bacterias probióticas y levaduras en una matriz de proteínas, lípidos y azúcares.
Lactobacillus acidophilus es la bacteria y Saccharomyces kefir la levadura (hongo unicelular) más habituales en el kéfir, aunque varían según las regiones y culturas. Existen tres tipos de kéfir: el kéfir de leche, el kéfir de agua y el kéfir de té o Kombucha.
Preparación:
Se introducen en el tarro la leche y el kéfir, se cierra y se deja a temperatura ambiente durante 24-36 horas. Tras este tiempo, se cuela el líquido resultante y se vuelve a repetir el proceso.
El líquido obtenido es una bebida alcohólica de baja graduación (menos del 1%), carbonatada, de consistencia similar al yogur, aunque con una textura más suave y sabor ligeramente más ácido; si no nos gusta, se le puede añadir azúcar o miel. La mayor parte de las veces el producto comercializado como «kéfir» carece tanto de alcohol como de gas carbónico, y en realidad es yogur.
Notas:
El kéfir debe estar siempre en leche.
El kéfir no debe entrar en contacto con utensilios metálicos. Se puede preparar la cantidad de kéfir que queramos, siempre que en el tarro quede 1/3 de aire. El motivo es que durante la fermentación, se da lugar a una presión de gas que aumenta a medida que sube la temperatura
Los utensilios usados (recipiente y colador), es mejor que no sean de aluminio, porque este material no es estable en un medio ácido, como es el kéfir, y podría transferirle partículas nocivas no deseadas.
Obtención y conservación:
Tradicionalmente el Kéfir ha pasado de unas manos a otras de forma gratuita. Como éste crece a una velocidad considerable, nos veremos obligados a regalar una parte cada cierto tiempo, ya que sino la leche tomaría un sabor demasiado ácido (cuanto más kéfir echemos a la leche, antes se hace la leche kefirada).
Si no conoces a nadie que lo tenga, puedes encontrarlo en
herboristerías. O también existen algunas empresas que se dedican a venderlo a través de internet.
Conservación:
Dado que el kéfir siempre tiene que estar en leche. Si no vamos a tomar leche kefirada durante algún tiempo hay varios métodos de conservación:
Nevera: Se puede conservar metido en agua sin cloro y con azúcar en la nevera durante unas semanas.
Congelado: Se limpia bien y se escurre, se introduce en una bolsa de plástico y se congela. Así aguanta mucho tiempo.
Para descongelarlo, se saca del congelador y se prepara kéfir de leche durante tres días, desechando este primer kéfir.
Deshidratado: Se pone el kéfir sobre papel de cocina en un sitio aireado, y se mueve cada cierto tiempo hasta que veamos que no está pegajoso. Podemos meterlo en un sobre y mandarlo por correo si queremos.
Para hidratarlo se introduce el kéfir en leche durante 2 semanas, renovando la leche cada 2 días. Después de estas 2 semanas podremos preparar kéfir de leche normalmente.
Propiedades:
Regenera la flora intestinal, facilita la digestión y elimina problemas de estreñimiento. Incluso pueden tomarlo algunas personas con intolerancia a la lactosa (deben probar poco a poco). También puede usarse tópicamente para tratar
problemas cutáneos como los eczemas.
Información adicional:
El kéfir de leche destruye las piedras del riñón
El Kéfir mejora en la capacidad de asimilación de los alimentos.
El Kéfir regula el tránsito intestinal.
El Kéfir fortalece las defensas frente a infecciones tanto víricas como bacterianas.
El Kéfir reduce los niveles de colesterol y el riesgo de padecer cáncer de colon.
Un kéfir suave es algo laxante, un kéfir "fuerte" será un poco astringente.
NERVIOS.- Un litro por día. En casos graves, continuar durante un año. Cura la falta de sueño y se mejora el apetito, disminuyendo las depresiones.
MALESTARES DEL INTESTINO.- Un litro y medio diario, durante el tiempo necesario. El paciente no necesita medicamentos.
ANEMIA.- Un litro por día. Después de 3 meses, la sangre es normal; en los casos graves, los adultos deberán tomar 2 litros.
ECZEMA.- Un cuarto de litro por día. Cubrir la piel irritada con kéfir y dejarlo secar. Repetir varias veces al día, lavar y aplicar de nuevo. También se curan los casos crónicos.
CATARRO DE VEJIGA Y ESCLEROSIS.- Un litro por día, mejora en los casos más graves, incluso las esclerosis del corazón. El kéfir regula la presión arterial y regula el peso.
TRASTORNOS DE LA VESÍCULA BILIAR.- Un litro por día. El kéfir cura de 2 a 6 meses. Sin embargo, si el paciente toma crema y leche, los trastornos aparecen de nuevo.
DOLORES DE RIÑONES.- Un litro por día.
INFECCIONES.- Un litro por día, combinando con una dieta muy severa.
HEPATITIS Y CONGESTIÓN.- Medio litro diario de kéfir, que haya sido cultivado solamente 12 horas; tomar antes de acostarse. Se manifiesta mejoría después de 3 ó 4 semanas. Si se regula la digestión, empezar a tomar medio litro de kéfir que haya sido cultivado durante 24 horas.
REDUCE INTOLERANCIA A LA LACTOSA: Un estudio publicado recientemente por el periódico de la Asociación Dietética Americana descubrió que la leche fermentada kéfir, que es levemente efervescente y tiene una consistencia suave, elimina o reduce drásticamente los síntomas de la intolerancia a la lactosa en adultos. Así lo destacó The Food Institute dentro de sus noticias de salud.

1 comentario:

Jesús Máximo Esparza dijo...

Con lo sano que es el kéfir no lo he comprado nunca, sólo me lo regalaron hace muchos años y yo lo tuve un tiempo y se reproducía a tal velocidad que lo tiré, ahora voy detras de el.
Se vende en herbolarios ¿verdad?
Besos

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